"Volver mi corazón de piedra; mi rostro de acero. Engañar y ser engañada, y
morir: ¿quién sabe? Somos cenizas y polvo".

Alfred Tennyson.















22 oct 2011

Retazo #1

Hoy lo sé.
Sé que soy una cobarde, que me arrepiento de no haberte dicho nada y te fuiste con otra, que por tu culpa estoy frustrada conmigo misma, que por estar frustrada lo pago con él, que por pagarlo con él hemos vuelto a discutir y que por volver a discutir me he dado cuenta de que le había olvidado.
No puedo si tú sigues ahí, como una espina que no quiere salir o que yo no la dejo salir, no estoy segura. Pero sigo igual que desde los 13 años, cuando te vi por primera vez y te convertiste en una especie "amor platónico", que al parecer tú también lo sentías así, pero ahora no demuestras nada, no demuestras que hemos estado en la misma situación desde hace cinco años. No te importa, no significo nada para ti, ni yo, ni lo que ha habido entre nosotros.
Viniste, me besaste y te fuiste.
Él es perfecto para mí, le conozco, me conoce y, a pesar de ello, no sé cómo ni por qué, me quiere  y, sin embargo, aquí estoy yo, lamentándome por ti, por quererte. Me había olvidado de él, de nuestras conversaciones, de las  cosas bonitas, de sentir que alguien me quería.
Lo había olvidado por ti.

20 oct 2011

Juliet

Dicen que morí.
Se me paró el corazón y no respiraba; a los ojos del mundo estaba muerta de verdad. Unos dicen que me fui tres minutos, otros que cuatro; yo empiezo a pensar que la muerte es ante todo cuestión de opinión.
Llamándome Julieta, supongo que debería haberlo visto venir, pero quise creer que, por una vez, no tendría lugar la misma lamentable tragedia de siempre, que esta vez estaríamos juntos para siempre, Romeo y yo, y que nuestro amor jamás volvería a verse interrumpido por sombríos siglos de confinamiento y muerte.
Pero no se puede engañar al Bardo. Así que morí como me correspondía, cuando se acabó mi texto, y volví a caer en el pozo de la creación.

13 oct 2011

Volar sin alas, volar sin aire, volar muriendo

De repente se dió cuenta de que había dejado de quererla.
Sabía que ya no eran los mismos desde hacía mucho tiempo, pero jamás se imaginó que ella dejaría de ser importante para él. Así, sin avisar, de un día para otro. Llevaban cinco años juntos, compartiendo momentos. Ella seguía tan enamorada como el primer día y él lo notaba, así que no dijo nada y dejó que ella se creyera sus mentiras, dejó que ambos murieran lentamente, como aquella relación.
Sabía que la estaba haciendo daño, pero no le importaba, ya no lo sentía, ya no sentía nada.

9 oct 2011

Nostalgia de tí

A menudo la recordaba. Tal como era. Ella. Sin más.
Recordaba su piel arrugada, su pelo que, a pesar de la edad, aún no era blanco y sus ojos de ese color gris que siempre le habían encantado.
Recordaba su sonrisa, el guiño de ojos que expresaba complicidad y los abrazos que se daban.
Recordaba su inteligencia, que siempre había envidiado y admirado al mismo tiempo. Su forma de ver las cosas de otra forma, de afrontar los miedos y las dificultades con optimismo, de ocultar su sufrimiento a los demás.
Recordaba el sonido de su risa, su voz, su forma de ser. La manera en que siempre se manchaba las camisetas al comer.
Recordaba la emoción que ponía cuando la hablaban de cualquier cosa, por insignificante que fuera. El amor que tenía a su marido, sus hijos, sus nietos y por toda la gente en general, el cariño con que trataba a todos.
La recordaba tanto y tan nítida que no podía evitar echarse a llorar, porque ya no podía verla, ni hablar con ella. Ya no podía escuchar su voz ni su risa.
Ni siquiera podía ver como se manchaba al comer.

4 oct 2011

No pongas esa cara que te has reído

- Estoy haciendo un trabajo, ¿me ayudas?
- Está bien, ¿qué quieres?
- Corre, dime las primeras tres palabras que te vengan a la cabeza, rápido.
- Coño. Puta. Joder.
- O_O
- :D

2 oct 2011

Conversaciones terapéuticas

Estaba en un estado de confusión permanente, así que decidió hablar con su terapeuta personal: su hermana.
- Deberías olvidarlo de una maldita vez, joder. Siempre igual.
- ¿Y te crees que me gusta estar así? ¿Te crees que es divertido para mí?
- No, pero ya está, se acabó. Olvídalo. Está terminado del todo y punto, no hay más. No te ha elegido y por eso es imbécil, pero tú más por seguir dándole vueltas.
Se paró a pensar en las palabras tan duras que le había dicho que, aunque sabía que ella no había cogido mucho cariño al chico que su hermana había elegido, sabía que llevaba toda la razón y se convenció. Ese "olvídalo" tan furioso le hizo ver que realmente debía hacerlo, debía pasar página de una vez. Y eso se propuso hacer, esta vez de verdad.