"Volver mi corazón de piedra; mi rostro de acero. Engañar y ser engañada, y
morir: ¿quién sabe? Somos cenizas y polvo".

Alfred Tennyson.















29 mar 2011

¿Qué me dirías...?

Si te digo que no me gusta dar el primer paso, que sólo me gusta buscarlo, que soy pasiva en el amor, que no se expresar mis afectos, que me quedo de una pieza cuando alguien me expresa los suyos y no sé hacer otra cosa que sonreír, que me cuesta en demasía decir si algo no me gusta o incomoda, que mi rostro lo refleja antes que yo pueda decirlo y cuando me preguntan lo digo todo, pero no siempre con las palabras correctas y es que en mi mente practico tanto lo que voy a decir, para decirlo bien que no soy capaz de abstraerme y reflexionar un poco más.
Y si te digo que soy hermética, que me cuesta querer a los hombres, no porque los odie o algo parecido, sino porque me acostumbré a caminar sola, entonces cuando llega alguien, siempre pienso que no me da la talla, que no es lo que ando buscando, que necesito algo más y finalmente no me doy la oportunidad para que alguien entre.
Si te digo que soy volátil, que hoy me puede gustar y mas rato lo olvido, que me aburro con facilidad, que me cuesta tener una relación, que no sé cómo llevarla tampoco porque solo me dejo querer, que cada vez que alguien se acerca mucho a mí y me demanda, me alejo, porque me intimida y me siento invadida, que me encanta que los hombres quieran contagiarse de mí, pero solo por un tiempo, porque luego me ahogo y hago que se alejen.
Y si te digo que a veces creo que la gente tiene que ser un descodificador de mis señales y sutilezas y que si no entienden me enojo, ¿y si te digo que a pesar de todo lo que soy algún día querré intentar algo contigo?

14 mar 2011

Buenos días.

Hoy ha sido uno de esos días.
Esos días malos en los que nada más levantarte sabes que no van a ir bien. De esos en los que estás en la universidad y te encierras sola en el baño para llorar. En los que los exámenes te salen fatal y tienes que fingir que no te importa y que estas bien.

De esos en los que lo único que quieres es desaparecer, tumbarte en la cama, taparte entera de pies a cabeza con el edredón nórdico y no salir de allí hasta dentro de un mes.

11 mar 2011

Verano.

Esos días largos en los que puedes dormir hasta las tantas, salir con tus amigos, comer un bocadillo en un parque con ellos y tumbarte en el césped a hablar de nada y de todo mientras tomas el sol.
Esos atardeceres en los que no hace falta ni una chaqueta fina, porque hace suficiente calor como para estar en tirantes y pantalón corto.
Esas noches en las que sales de fiesta cuatro días seguidos y amaneces caminando por las calles de Madrid en busca de una churrería para desayunar.


Sentir la libertad de poder hacer lo que quieras.

2 mar 2011

Divergencia mental.

¡Qué manía esa de calificar de locos a aquellos a los que no comprendemos!
¡Qué pereza mental!
A mí, la gente me llama loca por tumbarme en el coche y sacar los pies por la ventanilla.


¿Y a tí?