"Volver mi corazón de piedra; mi rostro de acero. Engañar y ser engañada, y
morir: ¿quién sabe? Somos cenizas y polvo".

Alfred Tennyson.















24 feb 2011

Cinco minutos más, mamá.

Esa sensación de no haber dormido nada en toda la noche, de que tu cuerpo y tu mente siguen cansados aunque hayas dormido las ocho horas recomendadas por el médico.
Esas ganas de no levantarte de la cama y de quedarte ahí horas y horas, de faltar a clase o llegar tarde por esos cinco minutos que parece que te faltan.
Esa absoluta certeza de que tienes un problema porque te has levantado pensando en la misma persona que tenías en mente al acostarte, y que sabes que tendrás durante el resto del día.


Esa sonrisa inevitable que te sale cuando te vas a la cama sabiendo que mañana vas a poder levantarte a la hora que quieras, sin despertadores, sin presiones, con cinco, diez, quince, veinte o los minutos que quieras de más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario